Producción
Jueves, 14 de Marzo de 2024
Por estas horas, los productores, como los ciudadanos en general de la Argentina, observan preocupados cómo la inflación sigue horadando su poder adquisitivo.
En el caso de los que se dedican a la producción de carne, los insumos ganaderos están entre los que han tenido grandes subas.
No obstante, para Diego Ponti, experto de la consultora AZ Group, si se observan los números de manera “fina”, es probable que el panorama no sea tan negativo como lo perciben tranqueras adentro.
“Se actualizan los precios de los insumos y todo nos parece caro. El desafío de poder discernir entre caro y costoso”, señala Ponti en un artículo dentro del informe que de manera mensual AZ Group elabora para la Asociación Argentina de Angus.
Estacionalmente, en esta época se inicia la temporada de siembra de pasturas, verdeos y confección de silos de maíz, y si bien la expectativa ganadera 2024 se encuentra en lo alto, los nuevos valores a pagar por los insumos y las labores han encendido alguna alerta.
La clave es que la actualización del tipo de cambio oficial en un 127% a finales del año pasado generó un salto en las cotizaciones en pesos de los insumos dolarizados.
Por ese motivo, durante gran parte del año pasado, Ponti recordó que se había sugerido a los productores la conveniencia estratégica de comprar anticipadamente insumos atados al tipo de cambio, para cubrirse de una segura devaluación.
Pero ya pasado esta cuestión, “hoy todo nos resulta caro”, remarca el especialista, aunque agrega: “Sin embargo, tenemos que diferenciar los que es caro y lo que es costoso en función de la retribución futura que tendré a cambio; en definitiva, estamos hablando de inversiones”.
En ese sentido, formuló algunos ejemplos:
“Ya sea como componente de fibra y volumen en la dieta, o estratégico para suplementar baches forrajeros, el costo del silo sigue siendo muy competitivo en relación con el precio de venta de la hacienda”, concluye al respecto Ponti.
Precisamente, para el experto no se puede soslayar que si bien los costos se actualizaron, la hacienda también muestra fuertes subas en el último año.
Ponti cita, por ejemplo, que, en un año, el ternero de 340 kilos creció en precio un 338%, mientras que el novillo lo hizo en 287%.
La vaca y el ternero caminan por sendas opuestas en el negocio del criador
Y agrega que, en ambos casos, las expectativas son positivas, debido a la escasez de oferta que se presentará para una demanda traccionada por la exportación.
“Entonces, primero es importante tener claros nuestros objetivos y los recursos disponibles, qué quiero y qué puedo hacer. Luego presupuestar insumos, labores, y precios de venta. Calcular la retribución al capital invertido, el riesgo, comparar con otra alternativa, y tomar la decisión final”, finaliza el analista.