Producción
Miercoles, 07 de Febrero de 2024
La chicharrita del maíz es una plaga que afecta principalmente a cultivos en el norte del país, aunque en la presente campaña es una problemática que se ha extendido a zonas no habituales.
Su potencial de daño no es menor: es el vector de la enfermedad Spiroplasma y las pérdidas en los rindes pueden llegar a superar el 70%.
La Red de Manejo de Plagas de la Asociación Argentina de Productores en Siembre Directa (Aapresid) relevó que durante el ciclo 2021/22, la plaga se concentró en el norte de Santa Fe, norte y este de Santiago del Estero, oeste de Chaco, este de Catamarca, Tucumán, y Salta.
“En la actual campaña, se recibieron reportes que indican un avance hacia el sur de esa zona”, advirtieron.
De acuerdo a los profesionales de la red, el período de mayor susceptibilidad del cultivo es en estadios tempranos, sobre todo entre V1 y V8. Un dato para no pasar por alto es que los maíces tardíos son los que reciben los picos poblacionales de la plaga.
Los síntomas varían entre genotipos. En los inicios, suelen verse como clorosis en los márgenes de las hojas más jóvenes y después manchas rojizas o purpúreas, amarillentas en las hojas más viejas. Cerca de la floración masculina, se pueden apreciar plantas mal desarrolladas, macollos o enraizamiento excesivo y espigas estériles, situación que también afecta al número y peso de granos.
❗🌽Chicharrita: la plaga que genera preocupación y pérdidas de hasta el 70% en el maíz.
Conocé los pasos a seguir para su monitoreo aquí ⬇️https://t.co/rGjsNTewvP
— Aapresid (@aapresid) February 5, 2024
Se trata de un insecto muy pequeño, de no más que 3 a 4 milímetros y el especímen adulto es color crema translúcido, con dos puntos más oscuros sobre la cabeza y con las alas más largas que el abdomen.
Puede tener al menos siete generaciones desde septiembre a mayo y es posible que los inviernos benignos de los últimos años podrían haber favorecido a la supervivencia en cultivos como trigo, cebada, avena, centeno, pasturas y diversas malezas, para luego colonizar el maíz siguiente.
“Su monitoreo no es fácil, debido a su tamaño, movilidad y localización, principalmente en cogollos u hojas nuevas”, remarcaron desde Aapresid.
En este punto, los especialistas recomiendan acercarse cuidadosamente a monitorearlas evitando cambios de luz, ya que eso las altera, se mueven y no se las puede visibilizar.
El umbral de control se alcanza con tan solo uno a dos individuos por cogollo de maíz, por lo que una de las recomendaciones pasa por seguir de cerca la evolución de la población, para manejar la enfermedad.
Chicharrita en maíces del norte argentino
En la actualidad, los técnicos de Aapresid reconocieron que no existen estrategias con efecto curativo sobre el daño causado por esta enfermedad.
De este modo, la prevención es la única herramienta posible para manejarla adecuadamente. Algunos de los manejos a seguir son los siguientes: