Producción
Martes, 30 de Enero de 2024
En el camino por el que busca transitar el Gobierno para lograr la recuperación económica, hay una fecha marcada y mirada con atención en el calendario: marzo.
Sucede que es el momento en que comienza la cosecha gruesa, con los primeros lotes de soja de primera, ya la teoría indica que eso significa un aumento en el flujo de divisas, fundamentales para sostener la economía nacional.
La expectativa en la Casa Rosada es que sea una verdadera lluvia de agrodólares, pero la duda está en si será así, o apenas un goteo, debido a múltiples factores que podrían jugar en contra de las proyecciones.
Más allá de que lógicamente cuando se inicie la recolección de la soja y el maíz habrá una activación de la oferta de divisas, la misma podría ser no tan grande debido a los múltiples desincentivos que tienen hoy los productores para desprenderse de sus granos.
Este tema fue analizado por la consultora Zorraquin+Meneses, en su tradicional informe mensual denominado “Apuntes para empresas”.
Allí, Teo Zorraquin y Alejandro Meneses analizan que ya comenzaron a hacerse especulaciones sobre cuándo llegarán los dólares del campo, debido a la proyección de una cosecha gruesa muy superior a la del año pasado y que podría estar cerca de sus máximos históricos.
“Pero hay que señalar que todavía falta bastante para su definición en volumen (zonas con sequías) y económica (precios internacionales en baja). Se estiman montos y se ponen fechas (abril-mayo), relacionadas seguramente con las necesidades económicas del país y no con las posibles estrategias de los dueños de la mercadería (los productores)”, advierten en este contexto.
Acto seguido, mencionan algunas razones por las cuales “estos pensamientos pueden no estar alineados con lo que termine pasando”.
Para Zorraquin+Meneses, la “muestra palmaria” de lo mencionado es que las ventas o fijaciones de maíz y soja previas a la cosecha (forward) son muy bajas. Además, en cultivos ya cosechados, como el trigo, hay muy poca venta o fijación de precios y mucha mercadería entregada a fijar.
“Es por ello que creer que en abril-mayo vendrán los dólares del campo en cantidad por la buena cosecha, nos parece al menos un poco optimista, para ser educados. Además, para que esto suceda, se requieren incentivos internos y externos, donde los internos son básicamente señales y reglas de juego claras del gobierno”, insisten.
Y cierran: “Quizás es prematuro realizar esta demanda ante el escaso tiempo de gobierno de las nuevas autoridades, pero queremos resaltar que todo esto impacta sobre las decisiones a tomar a nivel de las empresas”.