Producción
Sabado, 07 de Octubre de 2023
El boniato o batata es un cultivo milenario originario de América tropical. Existen diferentes variedades de acuerdo a su color de piel, morada, castaña y cobre, también por su pulpa blanca, crema o naranja y por su textura que después de la cocción puede ir de húmeda a seca.
Una de esas variedades es el boniato zanahoria, propia de Uruguay, y se caracteriza por tener piel cobriza y pulpa naranja. Se distingue por tener un sabor más dulce e intenso y textura húmeda.
En Argentina, mercados, verdulerías y productores comercializan al público una variedad muy similar a la del país vecino. Si bien existen muchas variedades, hoy sobresalen la Beauregard y la Boni INTA, que se registró hace tres años y se halla a medio camino entre la morada y la Beauregard, por lo que se presenta como un tercer cultivar muy valioso, según explican desde el mismo INTA.
Este tipo de boniato contiene un alto contenido de betacaroteno, precursor de vitamina A, que se destaca también por su función en la prevención de varios tipos de cáncer.
Otras variedades difundidas son la morada Inta, de buena aceptación culinaria y conservación, y la INIA Arapey, que ofrece una alta productividad en un menor período de cultivo en comparación con la anterior, aunque su aptitud para la conservación es limitada.
Con respecto a su conservación, mejora si son sometidos en forma inmediata a la cosecha y a un proceso controlado de curado, durante cuatro a siete días en un ambiente caluroso y húmedo. Un estudio realizado por el programa de horticultura del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay reveló que este proceso favorece la cicatrización de las heridas producidas durante la cosecha, engrosa la piel y mejora el sabor, su textura y la calidad nutritiva.
En Uruguay, el boniato se industrializa principalmente para dulces, aunque según el INIA podría existir un potencial para otros usos industriales.
Principalmente, se obtienen pulpa de almidón, glucosa, jarabe de glucosa, jarabe de almidón y ácido cítrico. Estos productos tienen como destino principal alimento para animales, edulcorantes, medicinas y químicos para industrias textiles. En tanto, mediante la fermentación de las raíces, es posible la producción de alcohol, grapa y vinagre.
Se pueden lograr rendimientos de 100 gramos de etanol por kilo de raíces frescas con la utilización de variedades adecuadas.
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